El cuerpo grita lo que la boca calla.

Me encanta esa frase, y además estoy convencida que es muy real.  Darwin, que fue de los primeros en estudiar las emociones, decía que no hay manera de ocultar una emoción intensa. Podemos tratar de ocultar un gesto de tristeza en la cara, pero la respuesta fisiológica de la tristeza hará que se baje nuestra energía, el cuerpo en la tristeza pesa, tampoco es fácil ocultar el enojo,  pues la fisiología ya generó adrenalina que corre por el cuerpo modificando hacía donde fluye la sangre y el nivel de energía.

Cuando me toca analizar algún personaje de la política o algún debate, lo primero que me fijo es si su postura es amplia, abierta  y engrandecida, o la persona muestra el cuerpo contraído y empequeñecido. 

Cuando alguien te dice que está muy contento porque ganó algo y su cuerpo lo contradice con posturas contraídas, algo está mal y es probable que esté mintiendo.

La expresión del triunfo es universal, o sea, que en cualquier parte del mundo cuando alguien se siente satisfecho por haber logrado, se podrá percibir en la postura. Viene a mi mente Rafael  Nadal ahora que recientemente ganó el Abierto de Australia, vemos las imágenes como parece que no cabe en sí mismo, lleno de energía, levanta la cara orgulloso, abre los brazos formando la “V” de la victoria y separa los pies. Este comportamiento también lo podemos ver en las personas con discapacidad visual, lo cual nos habla de una conducta innata, universal y no aprendida.

 

Ahora bien, se ha visto que cuando las personas promueven de cierta manera su lenguaje corporal para verse más seguros cambia incluso la fisiología. Si vas a tener una entrevista y te sientes nervioso trata de poner una postura más abierta, pensando cómo te sientas cuando estás muy seguro y el cuerpo lo creerá.  Se han hecho estudios que muestran que si las personas mientras hablan por teléfono sonríen, este pequeño gesto hace que cambie su tono de voz , volviéndose mas agradable y también cambia la actitud.

 

El lenguaje corporal tiene un impacto poderoso en como nos ven, pero también en como nos sentimos, conocer el #LenguajeSinPalabras es una herramienta para mejorar como leer a los demás, como mostrar tu mejor versión y como conocerte a ti mismo.

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¡El Interés Tiene Pies!