Detección del engaño.
“Es más fácil mentir con las palabras que con el cuerpo” Freud
No sé si te ha pasado que ves a una persona y mientras te dice frases como éstas:
Te amo
Ya terminé el trabajo
Este departamento en renta no tiene ningún problema,
hay algo en su forma de decirlo que te hace dudar. El lenguaje corporal expresa cómo nos sentimos y está ligado a nuestro sistema límbico (el de las emociones). Lo que observamos es la emoción real de la persona mientras te dice algo. Cuando hay incongruencia entre lo que dice y lo que muestra, créele al cuerpo, pues es más fácil mentir con las palabras que con el cuerpo.
Lo más importante es conocer el comportamiento base de alguien, o sea, entre más conoces a alguien y sabes cómo se comporta, puedes detectar mejor los cambios. Por ejemplo:
si es alguien que siempre te mira a los ojos y ahora de pronto, evade tu mirada; si normalmente esa persona está quieta, pero ahora de pronto, al decirte algo, se mueve más de lo habitual; algo pasó que le ha hecho cambiar, no sabemos qué esté pensando pero sabemos que hay ansiedad. Leer el lenguaje corporal es como una mirada al subconsciente de las personas.
Entre más indicadores, más “banderas rojas”, más ALERTAS. Es importante analizar el contexto y no sólo un gesto.
1. Tocarse la cara, rascarse o cubrirse está asociado a la mentira, si ves este gesto debes poner atención a otros canales como la voz.
2. La voz está directamente conectada con la emoción. Si estás alegre el tono será alto y la velocidad al hablar será más rápida. Carraspear, tragar saliva con esfuerzo o tartamudear es un indicador de que la persona está estresada, nerviosa o no segura de lo que está diciendo.
3. Otro gesto que es importante observar es cuando las personas usamos barreras. Lo hacemos con la bolsa, o con la tasa de café, o nos escondemos detrás de la pantalla de la computadora. Si no contamos con algún objeto frecuentemente cruzamos los brazos o nos llevamos la mano a proteger el cuello porque nos sentimos vulnerables.
De hecho, uno de los casos más escandalosos y sonados fue el de Bill Clinton en donde el negaba haber tenido relaciones sexuales con Mónica Lewinsky y al final se comprobó que mentía.
Mientras el trataba de engañar al jurado, podemos observar en los videos como tartamudeaba, se rasca la cara y se toca la nariz varias veces y toma agua para mitigar el estrés.
Recuerda que la verdad no le teme a las preguntas y un mentiroso estará desesperado porque necesita que le creamos.
En general, en lenguaje corporal podemos decir que todo lo que es exagerado es mentira y por eso, los mentirosos como las cochinillas, se hacen bola